Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en la estética del arte oriental, y concretamente en el arte chino, es el concepto de "Vacío"; tanto como generador de todas las formas como el espacio gracias al cual la obra "respira".
"Vinculado al aliento, que es espíritu y materia al mismo tiempo, principio de vida y vida realmente encarnados, el Vacío es percibido como perteneciente a dos reinos: nouménico y fenoménico. [...]
En la óptica china, el Vacío no es, como podría suponerse, algo vago e inexistente, sino un elemento eminentemente dinámico y activo. Ligado a la idea de alientos vitales y al principio de alternancia yin-yang, constituye el lugar por excelencia donde se operan las transformaciones, donde lo lleno puede alcanzar la verdadera plenitud."
[François Cheng, "Vacío y Plenitud"]
